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5 cosas que hacemos para enfrentar los tiempos difíciles.

Cuando vez nuestros rostros o nuestras sonrisas en las fotos que compartimos en las redes sociales podrás seguramente preguntar... ¿Y ellos no “pelean”? ¿Como hacen cuando tienen problemas? ¿Serán pretensiosos en su manera de vivir como es de costumbre en las redes presumiendo una familia “perfecta”?

Pues, no. Fundamentar una familia en el orden que Dios a diseñado, es un camino de constantes confrontamientos y cambios el cual involucra romper estructuras preestablecidas social y culturalmente. Es un camino de constante lucha en la que nuestro presente y futuras generaciones están en juego si no las alineamos al plan de Dios correctamente. La familia no es un invento; existe gracias a nuestro Padre celestial y este se agrada cuando estos se aman, se respetan y se cuidan para contribuir al crecimiento y la estabilidad del hogar y lugar donde viven.



Te compartiremos 5 puntos que nos han sido de herramientas muy útiles para enfrentar los tiempos difíciles.


1. Mira a tu esposo/ esposa como tu aliado.


Nosotros nos vemos como uno. Una sola carne como dice la Palabra. ¿Qué quiere decir esto entre tantas cosas? Nos vemos, nos cuidamos, nos amamos y nos tratamos como un equipo sagrado. Somos matrimonio y hacemos familia. Esto hace que nos tratemos como lo que somos, del mismo bando. Tener claro que después de Dios nuestra familia inmediata (matrimonio e hijos) es lo más importante y necesitan ser tratados a ese nivel. Tenemos muy claros nuestros roles de hombre, mujer, padre, madre y esposos. Nunca anteponemos aspectos sociales o culturales tales como el machismo, feminismo, egocentrismo y/o nivel profesional ante un problema.



2. Analízate.


Analizamos como individuos si estamos haciendo lo que Dios nos ha pedido para el momento que estamos viviendo. ¿Cómo? Recapitulamos nuestras acciones, hablamos, nos quejamos, oramos y presentamos la situación. Y en medio del coraje, dolor o incertidumbre que sintamos en ese momento, recordamos que hacer lo que Dios nos ha pedido es lo correcto. Eso es más importante que nuestros sentimientos, se valida lo que sentimos sí, pero un coraje no va por encima del respeto y el amor que Dios nos pide. ¿Y qué sucede si no estamos donde es debido? Pues se hace lo que se tenga que hacer. Una buena comunicación, pedir perdón, llorar, sacar tiempo a solas para meditar, orar, leer la palabra hasta encontrar la paz dentro del proceso.


Fuera los orgullos sin perder la dignidad. No esperamos respuestas inmediatas, mas si constantemente oramos por la respuesta de Dios.



3. Adorar


Se adora a Dios con la vida. Con nuestras acciones. Cuando nadie nos ve. Pero hay situaciones en las que nos enfrentamos que no podemos hacer otra cosa que rendirnos adorar Su nombre por medio de la alabanza. ¡Si! Se pone música de adoración y cantar con el alma y el corazón sabiendo que Él es soberano, que en Él está puesta nuestra confianza. Cuando no sabemos que hacer, adoramos y esperamos el tiempo que sea necesario hasta que nuestros ánimos, emociones se calmen y Dios mismo nos lleve a la mente que hacer.

Un día estaba sola con los niños y embarazada de mi tercer bebé, por orden medica necesitaba ir a una sala de emergencias. ¿Y que me pasó? De repente apareció una tormenta eléctrica y con fuertes lluvias que estremecían la casa. Parecía increíble. Yo tenía mucho dolor y no podía salir. Me tiré de rodillas a llorar, a clamar y a cantarle a Dios que Él es soberano y nos cuidaría. Lloraba con mucho sentimiento pidiendo un milagro en medio de toda esa situación. Logré pasar la noche, sin mi esposo pues estaba de viaje de trabajo por un día, pueden creerlo por un solo día. (Gracias a Dios) y abrazada juntos a mis hijos, creyendo en medio de la incertidumbre y Dios me sostuvo. “Dios mío has un milagro en mi, eres soberano en ti confío, te alabo mi Señor” así prácticamente clamaba.

Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. Salmos 63:3-4



4. Gózate


El gozo que Dios da es por encima de nuestras dificultades. Disfrutamos los procesos trabajando en ellos. Hacer familia, mantener un matrimonio no es fácil. Las cargas diarias de la vida nos halan para querer amargarnos. Llevar un balance entre el trabajo, la casa, las cuentas a pagar, la salud en fin son tantas cosas... que no pueden ser todo esto mencionado primero que Dios y la familia. El tiempo de calidad con Abba Padre y después con la familia hace que nos pongamos en equilibrio y hagamos los días un día a la vez. Disfrutando que estamos construyendo un hogar, amándonos y que cada día tendrá su propio afán. Tener agenda y café en mano para que no se nos olviden las cosas es clave en esta casa. Aun así, sigue siendo difícil, así que seguimos un día a la vez.



5. Agradece


Agradecer a Dios por todo nos hace muy bien. A diario agradecemos. Pero también cuando sentimos el estrés muy alto comenzamos a agradecer a Dios por todo lo que se nos venga a la mente. Si es en el trabajo, Gracias Dios porque hay trabajo y lo voy a terminar. Si es con los niños gracias, Dios por el privilegio de cuidar tu herencia aunque queramos salir corriendo por unos minutos (que también es necesario) igual la casa, la limpieza lo que sea. Gracias Dios por esto, por aquello. ¡Es nuestro diseño como hijos! Adorarlo, agradecerle en todo tiempo. Este ejercicio nos estabiliza. Trátalo, te hará de mucho bien.

Yo disfruto sacar mi guitarra en la sala de nuestra casa y que mi esposa se siente cerca junto a nuestros hijos a cantar coros y practicar alabanzas que nos gustan. Efesios 5:20 Nos dice “dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre;”


Somos humanos, cometemos errores, necesitamos de Abba Padre en todo tiempo para poder llegar a la meta que Él nos ha propuesto. Pero en el camino se es feliz, se vive, se enfrentan los problemas y se esperan las victorias. Verás tu también como nosotros un día a la vez construimos un hogar en bendición que va marcando una nueva generación. Y todo para Su Gloria.


Juan 16:33 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.



Gracias Abba de todo corazón.

Bendecidos.

The Abba Family





2 comentarios


The ABBA family
The ABBA family
12 nov 2019

Que esta bendición trascienda a los tuyos pues tendrá fruto hasta la eternidad.

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¡Gracias por bendecirnos con estás palabras!

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